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miércoles, 20 de junio de 2012

ESPlEnDoR




            Pregunta

Un día me dormí inquieta

De vueltas y revueltas en la cama

Al mucho rato, supongo que ya estaba dormida

En  ese estar dormido…

 Más adentro la conciencia despierta

Y vino él, divina hermosura;  vestía su túnica blanca y me dijo ¿Quiénes se van a salvar?

Todos, todos los que crean en mí, todos los que crean en  Jesús  de nazareno.

Pero quien cree  en mí, también habrá de velar, de velar y  de_ velar

Cuida de tu casa, no sea que la saqueen y tu ni  cuenta te des…



Lo vi en tus ojos

Evocaciones de noches sin estrellas

Vuelven a la memoria


            Esplendor


Jardín  secreto

Allí ella se recrea toda

Más no en  amoríos

Sus ojos como collados lo buscan

En las montañas  eleva su plegaria

Surcan el aire sus miradas

Y su boca se abre al mana que cae

Como  cascadas son sus palabras

Espada de doble filo su lengua

Pero en él,  recrease toda

Tiritan sus dientes sino lo encuentra

Y sus axilas se humedecen de frio si no lo ve

Cascadas son sus palabras

Palabras que devienen en su presencia

Pensamientos, decires  como alas

Como plumas en levedades  se amontonan

Y luego se despliegan  como nubes y nubecillas

Convirtiesen   doradas  como arcoíris

Iridiscentes  son, casi como pinceles o pinceladas

En ellas descueza su amor infinito

Allí  se recrea tanto, como un goce

Caen como pétalos de azucenas

Tan bellos como manantiales

De olores sin iguales, delicados aromas se despliegan

Se llena el aire se inunda toda

Elevase más arriba de las nubes

Etérea  surca el espacio, la lleva allá

Ese sentir adentro como  infinito

Un claro de estrellas donde él esta

Se agita tanto el pecho ante tanta hermosura

De allí no quiere salir

Nada hostiga, nada fastidia, nada asedia

Ella quieres estar, estar, solo ser

¡Cuánto amor! Inconmensurable, indefinido

Magnánimo  todo, más allá de los collados

Ser, ser, estar en el, ser una con él

No hay vacio, todo lleno esta de él

No aguanta adentro es tan, tan grande

No hay palabras, esta más allá

Más allá de toda magnificencia

Ser, estar, ser una con él  ¡Cuánto amor!

Adentro, es centro, el centro de todo,

De su  amor…

Sentimiento palpitante, vivo

Es Él y cómo Él  ninguno

En su jardín nadie entra, nadie puede entra

Es tan veraz, tan veraz, hay si lo conocieras…



Si eso es sintiéndolo

¿Cómo será viéndolo? pregunto


                              Beatriz Elena Morales Estrada
Tomado de mi obrita, Silencio De Alas
Esta obra esta registrada en la unidad administrativa de derechos de autor

viernes, 15 de junio de 2012

Los Discipulos






EL JINETE
Yo soñé viendo un guerrero formidable, que cabalgaba sobre un caballo, cuyas ancas poderosas, resplandecían con destellos de luz.



INVITACIÓN
Abriose   para mí blanda, porosa, negra y absorbió mi mano y ya luego mi brazo; ¡desperté y zúas!, le di un manotazo.
  

ENSOÑACIÓN
Cerré los ojos y vi su mano y estaba hecha de fuego


LA VENTANA
La ventana se desplazó y estaba llena de luz; por fortuna yo estaba ahí. La imagen se corrió y al hacerlo mi mente se llenó de  ella.


LA IMAGEN
Levanto mi mano y trazo una línea imaginaria, entonces la ventana se abre, es grande, tan grande y me da una perspectiva infinita…

Los Discípulos
  
Un día Elena había orado con mucha intensidad, ella no esperaba nada, sólo había orado.

Los días, las noches se trascurrieron en el río de las cosas.
Una noche irrumpió una voz en el silencio de su habitación y le habló de esta manera:

"Estoy encarcelado junto con todos mis discípulos, mís bienes fueron confiscados, perdónenme, no puedo hacer nada, nada más que pedir y orar por ustedes...
Os ruego me perdonen"
Para Elena aquellas palabras significaban todo un enigma.
Aun no comprendía que esa voz suplicante le estaba haciendo un llamado, porque en la intelección de la noche, él quería que ella supiese que había escuchado su oración.
La voz era la clara evidencia de la luz.
No obstante, Elena discernía sin comprender; además se preguntaba ¿pero,
¿Por qué él pedía perdón?
"Perdónenme les  ruego me perdonen".

La voz en verdad no suplicaba, sólo demandaba...
_Mis bienes fueron confiscados. _ La voz que escuchó o escuchaba no era la de ella, pero estaba dirigida hacia ella, ademas la voz hablaba como si ella fuera muchos.
Aquel llamado que Elena había escuchado, era empero un encuentro que al sucederse en un lugar del tiempo y del espacio junto a su corazón, abría las puertas de la noche a la postulación máxima del discípulo que ya había encontrado a su maestro.

A partir de aquel momento la liberación paulatina de los bienes del maestro empezaba a gestarse en el corazón de Elena.

¿Pero por qué?, se preguntaba, ¿Por qué él decía?  ¡Os ruego me perdonen!

Cuento extraído de mi  librito: Voces de la noche  
 Publicado por Poetisa y escritora Colombiana; Beatriz Elena Morales Estrada  en Editorial lealon, Colombia Medellín Antioquia.  Este libro esta registrado en la unidad administrativa de derecho de autor
 

martes, 12 de junio de 2012

ReGaLo




OTRAS Voces

¡Has vencido! te has hecho acreedora a nuestros cuerpos invaluables.

VOCES
Que un pobre no encuentre caminos altos; ya que entonces se le puede achiquitar el
Camino

                                                                    REGALO

Se ha desprendido de un hilo del cielo la luna y un diamante azul viene a mis manos y es depositado por ángeles de rayo azul. La simbología de la muerte se muestra debajo de mis párpados; ya que un arlequín simula ser un hombre muerto, pero está de pie y con la mano derecha extendida. En su mano la muerte sostiene un salero. Qué cosa más rara, dirás tú que lees; pero el arlequín sigue con su mano extendida hacia mí en actitud de entrega.

                                                               Beatriz Elena Morales Estrada
tomado de mi obra Silencio De Alas; esta obra esta registrada en la unidad administrativa de derceho de autor. Prohibida su reproducciòn total o parcial

domingo, 10 de junio de 2012

El EsPìriTO DeL GraNiZO


                                                                                                      DIOS

¿Quieres saber quien es Dios? Pues bien, Dios es un guerrero; Dios es el ser más amoral y más perfecto que existe en todo el universo.


                                         EL ESPÍRITU DEL GRANIZO




Esta mañana, mientras dormía se me acercó el espíritu del granizo, me pidió permiso para cubrir mi cuerpo.



Sentí tan grata su cercanía que le dije que si, aunque le pedí que no se demorara y que dejara al descubierto mi boca para respirar.



El espíritu del granizo me recubrió y fue tan cálido su abrazo, como una cobija de cielo, de luna.



Desee entonces que la eternidad no se acabara... para así poder hundirme en el centro del sol, con el corazón de Dios inundando mi pecho. Pero el espíritu del granizo llegado su tiempo se alejó, se alejó sin dolor, sin muerte.



Cuando ya no lo sentí en mí y me hubo dejado, grité, grité, granizo ven; porque no quería ya que se separara de mí.



Entonces la inexorable medida biológica del tiempo, abrió mis ojos.

Pero yo solo quería sentir el espíritu del granizo cobijando mi cuerpo.

                                                            MARÍA Y ESA MUCHACHA  

Y esa muchacha diáfana, que se vistió de color cielo, usurpando un color que no era el suyo, para poder hablar con Dios, en ese tono tan intenso, con esa voz en el alma.

Coloquio a solas, en esa blancura tan blanca; es sin embargo tan a flor de piel.
Si, en esa tonalidad exacta de la vida, como después de un abismo tras otro abismo.

                     Si, con esa alma que se agita en su pecho, hondura de la nada, incendio nocturno
                                          ¡Ay!, la llama viva de la esperanza, maría y esa muchacha



                                                          Beatriz Elena Morales Estrada
                                             Tomado de mi obra Silencio De Alas segunda parte
                                                     Prohibida su reproducciòn total o parcial
                                                           Derecho de autor registado

miércoles, 6 de junio de 2012

InMemOriAleS




                                                                Inmemoriales
                                                         (Esa muchacha poema#2)

Y ese lugar en el espacio
 ¡A! Y ese color en el pecho
Tal  parece que no da la tonalidad exacta

Es sin embargo tan hermoso
Ella se lo dijo  
Si y esas ganas de limpiar la calle
Que no obstante está tan limpia con sus árboles
Y esa alegría en el corazón
Por un sueño que anhela con la vehemencia
Si la vehemencia  de una muchacha Santamaría.
Si ella que da señales de tiempos
Que tiene carisma hacia los niños
Como un poeta que escucha el mensaje de un tiempo venidero.
Sucesos de un futuro
 Voces que se manifiestan
 Y ella, maría
María y esa muchacha
 Calles limpias
Tu voz anunciaba
Lo que ella tendría que decir
Si hay algo que no da la tonalidad exacta
Pero María
Se lo dijo
Y es sin embargo tan coloquial el tono
Y las calles tan limpias


Beatriz Elena Morales Estrada
Estos poemas fueron escritos  en el trascurrir de mi vida, efímera quizás
Pero sus voces son voces  venideras y nombradas desde arriba. Derecho de autor reservado y registrado en la unidad administrativa de …


domingo, 3 de junio de 2012

PIES

                                            Fotografìa tomada por Beatriz Elena Morales E (Alrededores deEnvigado)

                                                       
                                              PIES



He aquí, éstos, mis desnudos pies, han caminado sobre brazas ardientes, ellos son más bellos que vuestros calzados y vuestra vana apariencia, moneda falsa y mezquina; de lino, púrpura se vestirán algún día.



Porque no quieren seguir vuestros caminos, pasos que enlodan y ensucian éste mundo; de los que vendieron su alma al diablo y se entregaron a la inmediatez de lo aparente.

Han espoleado al mundo y han usurpado lo que no les pertenecía; engañadores, mercaderes de gentes, pobres gentes engañadas.



También tu, que te preguntas si maría era virgen y merecía ser nombrada; pobrecito mío te pierdes en los detalles, iluso devaneo.



¿Por qué te agarras de lo externo y te olvidas del océano de tu ser? No te aferréis más a la mentira, levántate y anda como Lázaro.



He aquí, éstos mis desnudos pies, brazas ardientes del desierto han sido vencidas bajo su peso.

  El silbo del sonido es un poema único

BEatriz Elena Morales Estrada
Extraido de mi obra Silencio de Alas; segunda parte
Esta obra esta registrada en la unidad administrativa de dercho de autor