PADRE PADRE PADRE

PADRE PADRE PADRE

Graba el alma en el rostro lo más sagrado

¡Oh! Las delicias que confortan cuando el amado se halla en ella

profundo es el mar y cuando te sumerges, bañándote en el

surges revestido como con armadura dorada

y cuando humilde te entregas en la mirada

el altísimo recoge tus palabras y las aposenta en su corazón

entonces danza, danza, danza el alma…

Es hora de premiar la virtud del que aceptó ser transformado

más el que se quedó afuera a la entrada en los ojos de la no mirada

y sucumbió ante lo que estaba delante

ya no vio el enorme derrame de manjares deleitosos

¡Oh! Las delicias del amado que comparte con ellos el banquete

es, Él que está arriba y gusta de ser contemplado

es como un vino tan añejo como el tiempo mismo

como la joya más invaluable, la piedra preciosa que enciende el brillo en los ojos

¡Oh! ante ella, la mar profunda se devela

y las doncellas conceden a él su precioso cofre

¡Oh padre! ¡Oh padre! , ¡Oh padre!

el celestial cuya mirada atraviesa y quema el mal

ante él se sucumbe y se le exalta para adorarle

es el magnífico ante su esplendorosa creación

grava el alma el rostro más sagrado

y quien se sumerge en el mar y lo halla

vendrá, subirá cargando en sus manos la preciosa joya

¡Oh Padre! ¡Oh padre ¡Oh padre!

el alma en ti, se deleita

tu mi poderoso creador…

Beatriz Elena Morales E©