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martes, 27 de abril de 2021

Dios es malo ¿Para qué invocarlo?

 

                            


                                                 Dios es malo

¿Para qué invocarlo?

 

Durante el tiempo de los israelitas, en que Dios los llamaba a conversión, muchos de ellos usaban los templos,  sus casas , las cuevas y se iban también a los montes,  al aire libre  a rendir culto y pleitesía a Baal, es decir a los demonios:  Hoy,  durante el tiempo de la pandemia , de estos tiempos tan difíciles para  todos nosotros, la  humanidad entera;  deberíamos cambiar de vida, aun no lo hacemos, siguen  las prácticas del pansexualismo,  las fornicaciones a montones, sigue  la promiscuidad y aún más,  se sigue dando adoración y culto a los demonios; políticos  “prestantes”  en sus casas, en sus apartamentos, siguen invocando a Baal y no solo  ellos,  sino muchísimas  gentes en todo el planeta, artistas en fin.

Por supuesto no todos. No todos; no podemos satanizarlos a todos; pero si los hay,  que en lugar de entregarse a Jesús, de clamar a Dios por ayuda y protección,  lo hacen al  revés, tal como el faraón lo hacía en su ignorancia o presunción,  invocando  demonios, pero pronto Dios les mostró  que el verdadero poder, el verdadero Dios era y es el.  

Entonces en ese tiempo,  Dios veía con tristeza semejantes atropellos a la  vida,  al  igual que ahora, asesinatos de  niños inocentes,  que no pueden defenderse y muchas cosas más,  que   aún no han  sido  corregidas.

 Entonces tú,  que aun desconoces el amor del  Padre,  dices que él es injusto, para nada, es porque  no te das cuenta,  que  el mismo Padre se entregó, se donó   por medio de su hijo muy amado; que también se ofreció al padre eteno como cordero de inmolación, para que tuviéremos el poder,  en su sangre vertida por   nosotros,  de vencerlo todo.

  De vencer la oscuridad. Las  oscuridades  de la índole que sea. El mal.  

Ahora bien,  es cierto  que estamos en tiempos muy, muy  difíciles, pero te  aseguro,  que aunque experimentes tristeza o más cosas ; si te entregas a Dios, si te encomiendas a él y confías en él;  te aseguro que Él,  te  dará  la  fuerza  necesaria, la que tú  necesitas  y  si le pides con fe ; te protegerá; dado que no es cualquier fuerza,  es la portentosa, Portentosa fuerza de Dios,  de su espíritu,   que te abrazara  y  te infundirá  la vida a ti y a todos los tuyos;  así que por favor,  acepta a Jesús  como tu único señor y metete ahora, ahora mismo entre sus  brazos y dentro de la poderosa llaga de su costado,  que mana  sangre y agua,  porque esta es,  la  fuente de vida eterna.

 No ceses de llamar a María y saldrás avante y fortalecido, de todo  esto. Clama  por el espíritu  santo, para que así,  como a Saúl,  Jesús lo dejo ciego con el resplandor de su presencia ; es decir,  le abrió los ojos,  para que viera; así ahora; ahora mismo.  ¡Ya!   Veamos con esos ojos la verdad, con los ojos  de Jesús, en Saúl o Pablo.  

 De noche y de  día,  llama ya a Jesús.  Si crees hazlo. Pero no me  creas a mí, créele a Dios.

 ¡Total yo soy una criatura muy  imperfecta!

 Pero es un urgente llamado de la vida a la  verdadera vida, en el planeta tierra. Es urgente- ¡Hazlo ya! ¡Ahora! En donde estés, con quien estés.   

Nota: Recuerda que;  en su no ver. Saúl depreciaba a los discípulos de Jesús,  ya que se creía  muy entendido y veraz.  Muy intelectual. 

Beatriz Elena Morales Estrada.


lunes, 26 de abril de 2021

Cuán grandes






¡Oh! Cuán grandes son aquellos  que se hacen pequeñitos. 

Y cuanto más aquel, que siendo verdaderamente  tan  grande,  se hizo el más pequeño  entre nosotros.

¡Oh cuán grandes  son aquellos que se hacen pequeñitos!

Traen una verdad en su corazón. 

No viven de  la  apariencia.

Más    que pequeños son aquellos,  que sin ser nada,  nada,  se hacen grandes sin serlo. Se inflan como globos., para caer luego tan desinflados.

¡Que hasta  terminan  por dar   lástima! 

No importa  cuántos bienes terrenales  tengan o no tengan

Se desinflan como todo lo vacuo e insulso que los rodea.

Beatriz Elena Morales Estrada© Copyright

 

De las amantes almas




De las amantes almas

Grita  una voz  dentro. 

 ¡Grita!  ¡Gritaaa!

Grita la voz adentro  ¡Grita!  ¡Gritaaa! 

 Como en una agonía.

Clamando por la sublime alegría.

Y entonces pareciera ser,  surge en el pecho una esperanza

que no es un desatino.

Y los dedos descorren  cortinas  y derrumban cementos. 

 Se instala entonces un cariño de amable  faz.  

 acariciantes   rayos  rodean  como en un palpitar  la  estremecida entraña

 en un gesto,   surgiendo  de la presencia , como un sol.

Y coros de voces de  ángeles; en medio de la oscuridad   despliegan  dentro del pecho  amante.

¡Surgen  como adoradores de Dios!

Y en espíritu  y en verdad,  se deleitan las almas  ante tal maravilla.

¡Las almas amantes!

 Las amantes almas., que solo  en u suspiro degustan de manjares exquisitos

Experimentan en si la plenitud.,  la totalidad que sacia.

Esa,  que surge, que hace temblar el pecho,  como en una hondura.     

¡Qué excelsa es la presencia de mi  Dios!

¡Qué maravilloso se siente en ese amor amar!

 Beatriz Elena Morales Estrada© Copyright

 


viernes, 23 de abril de 2021

Ceguera




Ceguera

Aunque seas un incrédulo tú y  tú, también tú.

Pronto conocerás el rostro verdadero de las cosas. 

Aunque ya tienes un anticipo, pero como en los

 tiempos  de Noé, te reirás  una y otra vez ,  una y otra vez ;

 hasta que  ex abruptamente se te caiga  la venda de los ojos.

 

Beatriz Elena Morales Estrada© Copyright

 


Se regocijaran



Regocijaran


De la viña del señor se alimentaran los pobres más, no los soberbios de corazón, los orgullosos, los incrédulos…

De la viña del señor, regocijaran los niños.

Regocijaran las almas buenas, de límpido y puro corazón, las almas simples y de semblante humilde.

¡Regocijaran! ¡Regocijaran! ¡Regocijarán! Tenlo por seguro.

Amén

Beatriz Elena Morales Estrada© Copyright

  

Beatriz Elena Morales Estrada© Copyright

Ella la madre




                     Ella  la madre

De rayos inmensos  tú pecho exhalando

Inhalando bondades  extremas. 

Radiante   más que soles  y lunas. 

Hermosa criatura elegida, no eres cualquier cosa,  no.

Para nada; no.

Más que cielos estrellados   y que ver ponerse las auroras, 

eres  tú, la   que llevas la vida en tu cintura,  cual diadema que honra tu serena   faz. 

¿Porque?

 Porque allí, llevas nada más  ni  menos   que al divino ser, y  al divino hacer. 

En ti,  la plenitud del Padre,  se hizo posible, más de ello no te ufanas,  tan solo, 

  para dar tu mano firme;   dando un sí  definitivo al omnipotente.  

En ti, en ti, en ti,  la  vertical  mirada  surgeee, como  estandarte del único.

 ¡Del único!

En tu talle de límpido  anhelo, anheló   Él,   tener morada.  La eterna  morada, 

y eso,  es más muchísimo  más , que un bastón.

Entre las ramas verdes, verdes del  oloroso olivo  se saciaran de frutos

los colmenares , los campos  y ciudades todas  ¡Vaya ! Un requerimiento

 ¡Tan  solo vedlo a É!   ¡Solo  créele  a  Él!

Derrumbad  las  vallas  de la indolencia  y la crueldad; que están haciendo mella,  dañando la inocencia  y en cuenta  tened ,  que esta criatura de gozosa faz se  ufana;  porque por doquier ella,  es más  que una criatura , es la selecta única   y  por él  mismísimo Dios nombrada.

¡Oh!  Que montón de  manojos  entre tu pecho llevas, son  pétalos de rosas,  como un rosario  y sin espinas dadivosa,  sobre tus fieles derramas.  

Beatriz Elena Morales Estrada© Copyright