La gran verdad
A través de los verdaderos santos y profetas, se ha manifestado Dios ya, y
obrado grandes prodigios; pero ni aun a ellos; ni al mismo Cristo, le han
querido creer, esas personas, que se hacen necias, aunque conozcan de Jesús y
se hacen oídos sordos; siguen rechazando la palabra de Dios, los santos
evangelios, las escrituras y hasta piensan que los cristianos somos unos
tontos, quizá hasta imbéciles, dado que seguimos creyendo cosas inventadas...
¡Pero hay! Si ellos supieran, lo que es en verdad, ese mundo espiritual y las
terribles cosas que allí se viven, lo pensarían muchas veces, antes de hablar
sandeces. Y es precisamente el sistema, sea, el que sea, dado que todo lo que
gobierna este mundo, no pertenece al reino de los cielos; la crueldad y la
maldad reinante, y mucho menos el despotismo ; pero son precisamente estos
sistemas bestiales, que con sutilezas hacen creer que Dios, es una farsa y que
todo acaba aquí.. Pero ahí está el engaño y la mentira ¿Y quién es el astuto y
vil que engaña?
Pero estos tales, ven a Dios reescribiendo páginas y páginas y haciendo aun
grandes prodigios y se atreven a negarlo… ¡Tal es el grado de ignorancia
espiritual en el que quieren permanecer!
En el silencio de la cotidianidad permanece también Él y aun así, no lo ven o
no quieren verlo…
Y es el mismo sistema consumista y cargado de simbologías, de mensajes
subliminales, el que o lo que asfixia la espiritualidad verdadera; para
distraer las mentes. Hacen creer que los cristianos somos unos idiotas, pero
cuán equivocados están, en cuanto a aquellos que si son verdaderos mártires de
cristo.
Dios y su obra está plasmado en todo el universo, universo que le pertenece por
derecho propio, dado que él es el creador.
¿Entonces cuál es la diferencia entre aquellos que hemos llamado pobres
pecadores y aquellos otros? Todos, absolutamente todos somos pecadores,
comenzando por la mano que escribe, pero aquellos pobres pecadores; son esas
personas, que tienen quizá un dolor muy grande, entre otras muchas cosas y que
habiendo escuchado la palabra de Dios siguen empeñados en contradecirlo y
hacerse daño ellos mismos. Básicamente esta situación consiste es, en la
aceptación o no de cristo y el otro paso, es la entrega a Él; esas son unas de
las diferencias, por cuanto, que todos pecamos, haciendo nuestra voluntad y no
la de Él.
Pero si lo aceptamos, Dios va ayudándonos poco a poco, a ser mejores cada día;
así que Dios sigue trabajando en nosotros, en el silencio de nuestras mentes y
de nuestros corazones…
A principios del año que paso, escuché una voz, muy nítida y cierta, que me
dijo como en exhortación, exhortándome, eso fue en un pequeño lapsus de tiempo,
brevísimo, antes de quedarme dormida: Que me decía: ¡Lean! ¡Lean Los
Evangelios! Dos veces lo dijo.
Al otro día pensé, de seguro Dios quiere, que leamos los evangelios y sí; eso
exactamente, pero también está la predicación de la palabra en todo el mundo
¿Pero que esa predicación ya se dio? Si. Pero todavía falta que muchas gentes
conozcan el nombre del señor, y que escuchen hablar de él, que lo conozcan, y
si no lo reciben, ya es otra cosa.
Todas las profecías, en su mayoría se han cumplido, solo faltan unas cuentas y
la nueva y fervorosa predicación de los evangelios en todo el mundo y si
todavía no se ha dado el fin de los tiempos, se lo debemos es a la grande
misericordia de Dios, que aún nos está esperando, dice la palabra que aún es
tiempo de hallarlo; más habrá un tiempo, en que aunque lo busques no lo
encontrarás ¿Por qué? Porque nos la hemos pasado rechazándolo y rechazándolo
¿Quiénes se van a salvar? Todo aquel que acepte la presencia de Jesús… Y
recuerda por favor, que él vendrá entre las nubes, no en un ovni y que además
todo ojo lo vera, y de una cosa estoy muy segura, que vendrá; vendrá ¿Cuando?
No lo sabemos, ni los ángeles lo saben, pero por eso, hay que estar preparados,
el primer paso es aceptarle y descubriremos su grande amor… ¡Acéptalo y veraz!
Beatriz Elena...
Beme
