Entrada destacada

A propósito de ciertas cosas:

  A propósito de  ciertas  cosas: No te creas más bendecida, que otros, dado que puedes pensar que son más necesitados que tu  ¿Tú   que s...

jueves, 30 de septiembre de 2021

Claveles de amor



Un sol venidero cubre la palma de mi mano, como manto que arrulla  y quizá inaugura cantos de pájaros,  que esparcen plumas aladas y atraen nuevas  voces, que apuntan directo al corazón de Dios.

Claveles  de amor

Pregunta:

¿Y qué pues  podría decir de Jesús, si supuestamente,  ya se ha dicho todo y a ti te vale un pito?

Pero aún  en tiempos difíciles,  te atreves a negarlo, sin embargo a Jesús,  que ya está invicto,  junto  a su  padre, nada, ni nadie puede afectarlo, o  dañarlo. Tu eres libre de creer o no, pero tu negativa  para aceptarlo a Él,  te daña es  a ti, te destruye es a ti. Él,  por supuesto,  quiere que todos seamos salvos, por eso,  dio la vida por ti, por mí,  por todos, para que por su sangre derramada,  mediante   la cual,  hemos sido redimidos;   tengamos en su nombre, el   poder para vencer toda oscuridad.

No obstante,  seguimos en la ceguera  espiritual y hasta hacemos afirmaciones  absurdas,  como por ejemplo: De decir que Jesús  amaba a sus discípulos,  en  otro sentido. Los amaba si, como a sus hijos, como a sus hermanos. Es cierto,  Dios nos amó más que a nada en este universo;  pero más amo  a su  padre,  que nos  ama también grandemente;  dado que dono a su hijo, a su unigénito,  para salvarnos del mal eterno y Jesús, nuestro señor,  le  obedeció  y no por una orden impuesta, sino por el llamado del amor;  del amor incondicional, filial;  su amor nunca fue sexuado y no porque,  el sexo sea malo,  sino porque Jesús, el cristo,  no tenía esas pasiones mundanas.

Antes de venir a este mundo,  él ya sabía,  ya conocía la verdad,  y la verdad es el reino de los cielos,  en donde habita nuestro padre celestial y traía  un mensaje,  que aunque para muchos,  parezca tonto,  este mensaje,  no es ningún cuento de hadas:

 Dios quiere que nosotros entendamos, que somos princesas y príncipes de un reino celestial,  que es eterno, y no  de  este mundo. 

 Todos somos hijos de Dios y unidos,  en una sola fraternidad,  que va más allá de toda apariencia, de todo orgullo, de toda vanidad.

 Pero el oscuro sabe eso,  y  como muere de envidia,  porque quería reinar  en vez de Dios,  y no pudo, hace todo lo posible por destruirnos.

Dios que reina con  justicia y equidad,  y este que quiere  reinar  con tiranía  y maldad;  tal como lo hacen algunos “poderosos”  aquí en la tierra; este  hace todo lo posible,  por confundir tu mente.

¡Recuerda!  ¡Tú eres hijo de Dios! Y  eso vale más que mil palabras, guarda esas  frases en tu corazón,  y medita  en ellas. Eres un hijo, una hija de Dios y fuiste  hecho a imagen y semejanza del padre  eteno: No lo olvides por favor. Mantente firme en eso.


Beatriz Elena Morales Estrada ©. 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario