ARCA
DEL CONOCIMIENTO NRO III y NRO IV
Todo acto de fe verdadero nos
debe llevar a la búsqueda del conocimiento.
A la
búsqueda de la verdad…
¿Porque en verdad digo de que vale el conocimiento y la fe si
no se da un hacer en cuanto al obrar de un modo justo?
El hombre espiritual busca de hecho, la trascendencia; trascender desde lo humano
mismo, sin dejar atrás su humanidad;
pero no de un modo programado, es
sencillo, razona en si mismo y lucha como un guerrero@ ; no
obstante es erróneo, llegar a pensar que es un ser perfecto, que debe callar ante las diversas situaciones
de injusticia, que se le puedan llegar a
presentar, no, para nada, al contrario,
pero si, busca volar, si debe buscar
volar como las águilas, sin abandonar la tierra en que habita, eso si, sabe que va, en búsqueda de una nueva; como quiera que sea, el inconsciente humano es la llave que gira de
un lado o del otro.
Pero
incluso aún así, lo cotidiano, lo diverso, del devenir, es algo que a veces podría dejar cierta reseca
de mal sabor o de mal gusto.
Pero un ser que busca lo espiritual jamás
de los jamases podrá negar al maestro verdadero y único que fue, es y será Jesús…
Y nunca dejara de lado, la alabanza al altísimo; e inclinara su cabeza
solo ante él. En un simple acto de oración, de gratitud…
El hombre espiritual nunca puede perder su
fe, ni dejarse doblegar por el devenir. Además es equivocado y hasta absurdo pensar que una persona espiritual,
debe estar riendo a toda hora. Un ser espiritual
es un ser humano como un corriente, es solo que debe aplicar a cada acto, el trabajo de camellar en su corazón, el acto del amor para que su centro se
convierta en eso.
No obstante no podemos olvidar que existen
guerreros de la oscuridad y trabajan en pos de ella para y a favor del caos y la destrucción,
diríamos entonces que son espiritualidades
invertidas y en muchos casos
equivocadas.
Van no hacia la luz, sino hacia la oscuridad; de ese modo, muchas almas se pierden en las tinieblas del
no ser.
Encallamos muchas veces pero el arca se
tiene que poner nuevamente en movimiento.
Beatriz Elena….
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