Encontrémonos con el profeta Zacarías
Todo es
silencio, sobre todo en las noches y a pesar de eso, ya no se escucha el canto de los grillos, ni
las voces de la naturaleza, que
acalladas, apenas si respiran;
solo se oye , el sonido de la
tecnología, y aunque todo parezca estar
apagado o dormido; bajo de un silencio
casi frio y que es depositario
de austeros destinos; la
sempiterna, pero cálida voz, que no muere, habla y
fue así que; en la noche de un día, de estos tantos; pero hace poco ; sucédeme que
a veces pienso en Jesús y lo busco y ciertamente, inquieta, pero no dormida, dentro de mí, se pronunció este nombre; Zacarías
¡Zacarías! Dije y
miré el crucifijo al pie de mi cama; entonces me
dije, está bien, mañana lo buscaré, (así somos nosotros ¿Qué tal?) es muy tarde, no quiero abrir el computador, así fue. Y precisamente no fue, hasta el otro día, en la noche, que volví
a buscar a Jesús en mis pensamientos, que
reapareció Zacarías de nuevo. Ahí
fue, donde recordé que mi mamá
me contaba, que era un
profeta menor, del antiguo testamento y que Dios
lo dejo mudo por un tiempo ; dado que siendo profeta dudo; sí dudo, de lo que Dios le decía y no
fue, sino al instante en que este, obedeciendo al señor , justo al tratar
de ponerle, el nombre a su hijo, recién nacido;
que las gentes estaban diciendo que debería llamarse de tal manera; pero
ya Dios, le había dicho a la mujer del profeta; cual sería el nombre, de este pequeño; entonces le preguntaron al
profeta, pero como había quedado sin habla, pidió un papel o algo
para escribir y escribió, que se llamaría tal y como Dios lo había
ordenado; y ahí; en ese momento, fue
cuando, recobró el habla.
La obediencia a
Dios; ese dar el reconocimiento
al Señor; fue lo que hizo, que Dios lo curara. Que Zacarías se sanara.
¿Pero que es lo que predica Zacarías, que es tan importante para el día, el tiempo
actual?
Para
ello, tendríamos que preguntarle al propio profeta, yendo a beber del pecho de sus palabras;
susurradas a él, por el mismísimo Dios.
Apuntes: Lo de profeta menor es solo un
encasillamiento y nada más.
Beatriz Elena Morales
Elena © Copyright
Nota:
De la web
Zacarías retrata
un futuro mesiánico bajo la metáfora de una tierra próspera hacia la cual las
naciones vienen en peregrinación, ansiosos de seguir al Dios de Israel.
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