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lunes, 27 de febrero de 2012

La PeSaDeZ


                                                                     La pesadez



Y hallándonos tendidos; nuestros huesos están rígidos y tensas
nuestras coyunturas. Sopor como de pesadez extrema ahoga nuestros latidos, tan pronto hemos olvidado el gusano que somos, el gusano que seremos. Más el eterno, el que vela siempre y permanece nos exhorta a que nos pongamos de pie. Nos levantamos entonces y con nuestras manos quitamos la herrumbre del mal sueño que sentíamos. Se despereza nuestro cuerpo y caen uno a uno los huevos que el incubo quería incrustar en nuestro pensamientos. Si como león rugiente se levanta el espíritu de Dios que nos sostiene; lanzando lejos el hedor de la carne podrida. Nuestros ojos se abren y el que permanece sopla en ellos. Entonces vemos, porque nuestros ojos nos son abiertos y se divisa un rayo , truenos y centellas aparecen y nos encontramos en medio de una batalla, es antiquísima esta, pero se reanuda de nuevo y hay estamos como guerreros feroces, mientras un rio de aguas sucias recorre de lado a lado el submundo en que habitamos. La pelea es a muerte y la carne se halla desgarrada, apenas si alcanzamos a sostenernos de pie. Pero el tirano es solapado y tiene tácticas sutiles, tan sutiles que solo un guerrero adiestrado en ellas puede sortearlas; más es dura la cosa y la sangre es por doquier derramada.

Pero la victoria es del eterno y por eso decimos ¿En dónde esta el esbirro que deletreó tus llagas una a una? Por muy antiguo y astuto que seas el sol calcinara tus ardides y el abismo se tragará tus fauces de Nerón y quién sabe cuántos más disfrazados. ¡Ay!  La engolosinada boca del tirano escondió sus fauces de buitre herido; pero escondió su cadavérico rostro, en las otras caras que lo esconden.



                          
                                                                               
                                                                  Beatriz Elena Morales Estrada
                                                   Extraído de mi obrita Silencio De Alas, segunda parte
Derecho de autor reservado

3 comentarios:

  1. Fue un placer pasar a leerte en este blog personal amiga, no perder esta amistad que tendió un puente entre nuestras letras cuando compartíamos en Coespo.
    Tu escrito me llevó a reflexionar sobre lo débiles que somos, sobre las veces que caemos y no tenemos fuerzas para levantarnos y seguir, como lo pide nuestro Señor,Sobre las tentaciones que tenemos a diario y sobre la fortaleza que debemos tener ante el mal que nos acucia, pero allá está el espíritu de Dios que nos sostiene, como tu dices.
    Un abrazo amiga y nos seguimos leyendo.

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    1. Marisa bienvenida y que gran alegria me produce tu paso por estos lares. Por supuesto que esa amistad perdura y gracias por tus palabras. hasta pronto amiga.

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