DIOS
Y EL PENSAMIENTO CONTEMPLATIVO
A ) En el mundo espiritual hay cosas que deberíamos saber; se trata de lo
siguiente; a veces no nos damos cuenta;
ya que cuando estamos pidiendo a
Dios un milagro ; algo concreto, por ejemplo la salud de
alguien y esa persona fallece, en lugar
de volvernos contra él; ver como realmente
ese milagro se dio; de que realmente el
milagro se dio, se dio, no de la
manera en que nosotros queríamos; ya que cada suceso, que cada cosa
acontecida, se refleja, por decirlo así, en ese otro lado, en algo
que no vemos; en alguien, que aun
ni hemos visto, pero que está profundamente relacionado con la persona o con el
hecho, por el cual hemos estado
pidiendo.
Hablo aquí, del otro lado de la faz; de la otra cara de la moneda; Y el asunto está también, en extraer, la enseñanza ¿Cuál es la enseñanza? ¿Para qué
sucedió eso? ¿Cuál es la moraleja? ¿Y lo
que tendríamos que ver de este
acontecimiento?
Un acontecimiento puede ser particular o general o ambas cosas.
El
descubrimiento de estas cosas, solo se
consigue en el trato continuo, del pensamiento contemplativo.
Es un acto
que viene del alma.
B) El
sufrimiento hay que valorarlo; porque es atraves de él; como nuestra alma, y
nuestra vida se reivindica, el sufrimiento tiene una dimensión espiritual, muy, muy grande, muy importante para nuestra
vida espiritual; me refiero a esos
sucesos que se dan, sin que tú los vayas a buscar a propósito.
Porque no
se trata de eso. Cuando nos damos cuenta de su importancia, debemos aprovechar
cada circunstancia de este tipo para reparar por nuestros errores y los de la humanidad entera. Atraves del sufrimiento, reparamos, cuando nos centramos en Dios y somos humildes de corazón.
Aunar el sufrimiento y el dolor a una
reparación y a una bendición es unir nuestra
vida al infinito.
Nuestras
vidas, nuestras sociedades están tan llenas de rotos, de huecos y de remiendos por todas partes; por
las cosas que hemos hecho mal; que se hace necesario reparar, con buenas acciones esos actos equivocados y hasta crueles y malvados;
sabemos que la vida es una rueda gigantesca, que siempre está girando; y lo que hacemos bien, para bien
regresara y lo que hacemos mal, también
regresara.
Dios y la vida son justos; de manera que la
piedra que lances se moverá contra ti, en otro momento y bajo otras
circunstancias. El dolor que infrinjas
hoy será para ti y lo tuyos mañana.
C) Rezamos y el
rezo nos lleva a la oración; pero a veces pedimos algo y no se nos da;
porque, ni rezamos, ni oramos lo suficiente y nos dejamos llevar de
la pereza. La pereza es un egos que todos
debemos combatir.
Existen
muchos otros egos, que nos atan, a la hora de rezar y de orar y
de entregarnos a servir a otros; eso egos es necesario conocerlos para
tratar de hacer que se disuelvan.
El resentimiento es un ego que hay que
trabajar mucho, para quitarle carne y para que deje, de ser el
protagonista en nuestras vidas.
Una
persona espiritual, sabe que
existe la justicia, por lo tanto no intentara vengarse de nada, ya que ese mero hecho, causara aún más
dolor a nuestras vidas.
El resentimiento es un dolor que debemos
superar con amor.
También es
muy importante dar gracias siempre y por todo, reconocer que lo que está
sucediendo nos ayuda a madurar y a mejorar.
D) Es necesario unificar
fuerzas para salir adelante, antes de que nos hundamos en la gran catástrofe
final; cambia tu corazón y se amante de Dios y de la naturaleza, de los
animales, cuida, cuida tu entorno, es muy, muy valioso y no lo dejemos perder.
Beatriz Elena…
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