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sábado, 24 de diciembre de 2016


LOS DISCÍPULOS

Un día Elena había orado con mucha intensidad, ella no esperaba nada, sólo había orado.
Los días, las noches se transcurrieron en el río de las cosas.
Una noche irrumpió una voz en el silencio de su habitación y le habló de esta manera:
Estoy encarcelado junto con todos mis discípulos, mis bienes fueron confiscados, perdónenme, no puedo hacer nada, nada más que pedir y orar por ustedes...
Os ruego me perdonen".
Para Elena aquellas palabras significaban todo un enigma.
Aún no comprendía que esa voz suplicante le estaba haciendo un llamado, porque en la intelección de la noche, él quería que ella supiese que había escuchado su oración.
La voz era la clara evidencia de la luz.
No obstante, Elena discernía sin comprender; además se preguntaba
 ¿pero por qué él pedía perdón?
Perdónenme, os ruego me perdonen. 
La voz en verdad no suplicaba, sólo demandaba...
 Mis bienes fueron confiscados.  La voz que escuchó o escuchaba no era la de ella, pero estaba dirigida hacia ella, además la voz hablaba como si ella fuera muchos.
Aquel llamado que Elena había escuchado, era empero un encuentro que al sucederse en un lugar del tiempo y del espacio junto a su corazón, abría las puertas de la noche a la postulación máxima del discípulo que ya había encontrado a su maestro.
A partir de aquel momento la liberación paulatina de los bienes del maestro empezaba a gestarse en el corazón de Elena.
¿Pero por qué?, se preguntaba, ¿Por qué él decía " Os ruego me perdonen?

BEATRIZ  ELENA MORALES ESTRADA ©.


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Comentario de Ma Gloria Carreón Zapata  el septiembre 25, 2010 a las 1:37pm
Qué bello poema amiga, tal vez todos hemos escuchado esa voz, pero hacemos caso omiso por no saber comprender el mensaje. Besitos poeta


Querida Bea, tu escrito me dejó una enseñanza que no tienes ni idea lo profundo que me ha calado, incluso me confronta conmigo misma, porque vaya si no somos tantas veces el sub-producto del miedo y la cobardía a tantas cosas, que nos hace dañinos contra los otros y nosotros mismos incluso! hoy sí que me lo llevo impreso a casa para repasar lo, siento que es un mensaje que debo reflexionar profundo.
Solamente difiero en una cosa importantísima y de la dejo, para tu corazón bueno y como mujer que amas a Dios, lo reflexiones
Dios jamás los prefiere ateos
Dios entregó a su único hijo Jesucristo por amor
para que él llevara toda culpa, todo pecado, toda dolencia, todo mal y en su nombre, nos restaura
y mientras lleva su regreso, nos dejó al espíritu Santo que nos redarguye, nos escudriña y nos redime
el Santo Espíritu de Dios!
entonces mi bella y dulce Beatriz, DIOS NO LOS PREFIERE ATEOS!

 Comentario de  Beatriz Elena, el septiembre 30, 2011 a las 12:42am
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Ellen queridísima; también tienes razón en lo que dices, que bueno que te gustó y que lo llevaste para tu casa, que bueno. Y en cuanto a lo otro, supón por un momento que un hombre transita por algún lugar, cargado hasta los tuétanos y que además cojea por el peso de lo que lleva encima y aparte de eso, se encuentra con unos tipos que dicen ser cristianos y al verlo cargan a reír en la cara del pobre hombre, que haciendo un gran esfuerzo continua su camino, con el bulto en las espaldas y es entonces cuando otro  hombre  que tenía fama de impío, al verlo así, se apresura a decirle, ven acá hermano, parce como dirían por acá, déjame ayudarte y ven a mi casa y bebe algo...
 A lo cual este acepta, se enjuaga su sudor, toma asiento y al mirar al hombre que lo ayuda, ve que hay mucha luz en su corazón, entonces se acerca y  lo abraza, destapa su bulto y comparte con él los manjares que llevaba. ¿Qué pensarías tú? ¿Cómo los prefiere Dios entonces?
 Gracias por tu presencia constante, por tu gesto amable y cálido.
Comentario de septiembre 29, 2011 a las 1:10pm 

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