De las amantes almas
Grita una voz
dentro.
¡Grita!
¡Gritaaa!
Grita la
voz adentro ¡Grita! ¡Gritaaa!
Como en una agonía.
Clamando
por la sublime alegría.
Y entonces
pareciera ser, surge en el pecho una
esperanza
que no es
un desatino.
Y los dedos
descorren cortinas y derrumban cementos.
Se instala entonces un cariño de amable faz.
acariciantes
rayos rodean como en un palpitar la
estremecida entraña
en un gesto,
surgiendo de la presencia , como
un sol.
Y coros de
voces de ángeles; en medio de la
oscuridad despliegan dentro del pecho amante.
¡Surgen como adoradores de Dios!
Y en
espíritu y en verdad, se deleitan las almas ante tal maravilla.
¡Las almas
amantes!
Las amantes almas., que solo en u suspiro degustan de manjares exquisitos
Experimentan
en si la plenitud., la totalidad que
sacia.
Esa, que surge, que hace temblar el pecho, como en una hondura.
¡Qué
excelsa es la presencia de mi Dios!
¡Qué
maravilloso se siente en ese amor amar!
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