Un Regalo
Quizá no te
importe y te importe un bledo; pero
siempre habrá quien se allegue, como por un claro de estrellas a
sentir…
Bueno y como se les decía hace poco; Jesús
es un regalo del Padre; solo
tienes que recibirlo. Esa es la primera acción
¿Y entonces? También hay que abrirlo…
¡Ábrelo! ¡Degústalo! Enamórate
de ese regalo. Acéptalo.
Huélelo siéntelo Y Me- di-talo; pero no seas como Ítalo.
Repara los daños hechos por tus antepasados y por ti y por mí y por todos; comienza por ti y déjate reparar y repara, repara la tela rota; deja que tus alas sean curadas y deja que Él, rompa tus cadenas.
Beatriz Elena Morales
Elena © Copyright
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