Pregunta
Un día me dormí inquieta
De vueltas y revueltas en la cama
Al mucho rato, supongo que ya estaba dormida
En ese estar dormido…
Más adentro la
conciencia despierta
Y vino él, divina hermosura; vestía su túnica blanca y me dijo ¿Quiénes se
van a salvar?
Todos, todos los que crean en mí, todos los que crean en Jesús
de nazareno.
Pero quien cree en mí,
también habrá de velar, de velar y de_ velar
Cuida de tu casa, no sea que la saqueen y tu ni cuenta te des…
Lo vi en tus ojos
Evocaciones de noches sin estrellas
Vuelven a la memoria
Esplendor
Jardín secreto
Allí ella se recrea toda
Más no en amoríos
Sus ojos como collados lo buscan
En las montañas eleva
su plegaria
Surcan el aire sus miradas
Y su boca se abre al mana que cae
Como cascadas son sus
palabras
Espada de doble filo su lengua
Pero en él, recrease toda
Tiritan sus dientes sino lo encuentra
Y sus axilas se humedecen de frio si no lo ve
Cascadas son sus palabras
Palabras que devienen en su presencia
Pensamientos, decires como alas
Como plumas en levedades se amontonan
Y luego se despliegan como nubes y nubecillas
Convirtiesen doradas como arcoíris
Iridiscentes son,
casi como pinceles o pinceladas
En ellas descueza su amor infinito
Allí se recrea tanto,
como un goce
Caen como pétalos de azucenas
Tan bellos como manantiales
De olores sin iguales, delicados aromas se despliegan
Se llena el aire se inunda toda
Elevase más arriba de las nubes
Etérea surca el
espacio, la lleva allá
Ese sentir adentro como
infinito
Un claro de estrellas donde él esta
Se agita tanto el pecho ante tanta hermosura
De allí no quiere salir
Nada hostiga, nada fastidia, nada asedia
Ella quieres estar, estar, solo ser
¡Cuánto amor! Inconmensurable, indefinido
Magnánimo todo, más allá
de los collados
Ser, ser, estar en el, ser una con él
No hay vacio, todo lleno esta de él
No aguanta adentro es tan, tan grande
No hay palabras, esta más allá
Más allá de toda magnificencia
Ser, estar, ser una con él ¡Cuánto amor!
Adentro, es centro, el centro de todo,
De su amor…
Sentimiento palpitante, vivo
Es Él y cómo Él ninguno
En su jardín nadie entra, nadie puede entra
Es tan veraz, tan veraz, hay si lo conocieras…
Si eso es sintiéndolo
¿Cómo será viéndolo? pregunto
Beatriz Elena Morales Estrada
Tomado de mi obrita, Silencio De Alas
Esta obra esta registrada en la unidad administrativa de
derechos de autor
Qué hermosa poesía, es una dimensión diferente, gran sensibilidad la tuya y una verdadera fé que compartes, un abrazo mi querida Bety.
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