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A propósito de ciertas cosas:
A propósito de ciertas cosas: No te creas más bendecida, que otros, dado que puedes pensar que son más necesitados que tu ¿Tú que s...
sábado, 31 de marzo de 2012
miércoles, 28 de marzo de 2012
FuTuRidAd
FUTURIDAD
En este sol del medio día; mi voz óyela,
¡no la desoigas!; aunque provenga del desierto y parezca tan solo humo que
viene de la tierra, porque con la puerta entreabierta, casi como un ojo que
mira a hurtadillas, asecha la boca del lobo. Pero quizá en este medio día, para
aquel que en la distancia vela, mi voz alcance.
Inhóspito es el mundo, el gran
urdidor de la mentira, para aquel que ha descifrado el código de la tierra y
liberado sus alas del asedio; para él, tienen un límite y una venganza secreta
los corroe. Pero tú tienes mi voz que en espera está, mi voz que se te allega
como esperanza en la futura batalla. Para ti mi voz es; no la desoigas, màs
esta vez no será cortada la lengua de aquel que grita en medio del árido
ajetreo.
Por eso mi voz óyela, no la desoigas,
esté atento tu corazón, bajo este tibio tintineo, atento sobre este sobrepeso
de la especie; mi voz óyela, no la desoigas, aunque parezca rumor de
campanillas; bajo de ella se doblará la mezquindad y perecerá la plaga y el
comején, mi voz óyela, no la desoigas. Y desecha, deshazte del engañoso sol del
medio día, ilusión es; màs no temas, mi voz es su voz, la esperanza trae y el
tiempo en sus manos está.
Visitas inoportunas e indeseadas
tendrás, màs sólo un nombre pronunciarás.
Beatriz Elena Morales Estrada
Extraìda de mi obrita Sielncio De Alas; segunda parte
Derechos de autor registrados en la unidad administrativa de
Reservados todos los derechos
sábado, 17 de marzo de 2012
viernes, 16 de marzo de 2012
DeScubriMiEnTo
LA ÉTICA
El
día en que todo el océano y el mar quepan en la palma de tus manos, sabrás que
es la ética.
EL MÁS CERCANO
Cuando
tengas la certeza de que el más cercano, es también el más lejano entonces has
empezado a conocer a Dios.
DESCUBRIMIENTO
Tantos días sin sol, vagando entre
oscuros caminos y sin el sortilegio de
la palabra; sin el retorno silencioso de la música que transforma y sin embargo
continúan vibrantes las cejas de las montañas, que quizá están pobladas de
cosas y de sueños, todo, todo aùn se halla de pie y ante mi surge azul e
impetuosa la vida. Danzante se gesta la palabra, entre las antiguas grietas de
la montaña; pero mis ojos vadean como
los de un borracho sin luna y sin tiempo; me apresuro a escuchar y un dolor de
parto que nunca llega, que todavía no sucede; agónico me apuñala como
desgarradura sin final. Pero lo sè, sólo lo sè, porque la madre pone a prueba mi
alma; la noche es cruel y me aprisiona sobre una roca yerta, ¡Hay que maldición
tan grande pesa sobre mi! Tal parece que no hallo, ni hallaré reposo más nunca,
sin esperanza alguna la tarde desciende sobre un senil otoño que me horroriza y
¡oh dilema!, dilema en este instante, ser lo que soy y no poder serlo, ser por
ello perseguida hasta la muerte.
¿Habrán escuchado mis gritos los
ángeles? De seguro Dios ya vio mi desgarradura, mis sinuosas heridas; pero como
león rugiente se levantará, ¿acaso mi alma algún día?
La tarde se ha marchado ya y en medio
de la encrucijada aùn estoy, mi incesante y doloroso parto apenas comienza y la
noche me ha mostrado su cara en el espejo; la antigua gesta ha comenzado y con
hedor de los muertos, se ha iniciado ya la batalla; me levanto y miro, la madre ha trazado sus
signos en el cielo y comienzo a caminar, apenas comienzo.
Derecho de autor reservado
viernes, 9 de marzo de 2012
miércoles, 7 de marzo de 2012
El DeSiErTo
El desierto
Esperemos pues que se ponga de nuevo el sol en el oriente y
que este decaiga en occidente; esperemos
que el rio sucio, que recorre día a día el desierto de los israelitas se
purifique de nuevo, entonces una osa nueva aparecerá en el firmamento. He aquí
que yo vengo a vosotros, cuidad también que las ovejas de mi reino no se
aparten de sus caminos, porque la yerba buena el comején se la quiere comer. Y
el remanente debe permanecer firme sobre las aguas porque sobrevendrán días,
sobre días y letargos grandes habrán de caer sobre vosotros. Y el tiempo loco
estará haciendo cambios intensos, cambiaran las cosas que se ven arriba y el
firmamento ya no será, no podrá ser el mismo que era antes, amén.
Beatriz Elena morales Estrada
Extraìda de mi obrita Silencio De Alas; segunda parte
Derechos de autor todos...
lunes, 5 de marzo de 2012
ViSiOnEs
Visiones
María y
sus angelitos
Y un día estaba
yo dando vueltas y revueltas en mi cama,
más preocupada que de costumbre ¿qué voy a hacer? Pensaba y re-pensaba, entonces sucedió que invoque y decía
María, María ¿Qué voy a hacer? , ¿María que voy a hacer? Y entonces cómo a medio metro , quizás un
poquito más, por encima de mi cabeza, justo arriba de mi cama, vi , la vi
asomarse con sus niñas y se hallaba mirándome , la vi que asomaba su cabecita y les decía ; vio, vio que si , entonces sus niñas dijeron ; te
vamos a dar lo que pediste, te vamos a ayudar… Y se fueron, pero una de ellas
se devolvió y dudosa me miro y me dijo,
pero se tiene que manejar bien…
Por extraño
que parezca esto sucedió tal y como cuento.
Visión II
Y vi,
yo vi a los ejércitos de Israel, debajo del sol con sus cascos y sus armaduras
entre las nubes y sobre corceles poderosos…
Visión III
Cierta noche en la que dormía mire en y vi el cielo y allí se veían nubes, entre ellas algunas oscuras y
desde allí el señor me llamo y me dijo, mira y mire y vi un rio de agua sucia que recorría bajando todo el desierto que
rodeaba a Israel y parecía no tener fin; hasta que llegue a un lugar en donde
se encontraba un portal y cuando iba a
entrar el señor me dijo; detente, solo hasta aquí te es dado mirar…
BEATRIZ ELENA
MORALES ESTRADA
Extraídos de
mi obrita Silencio De Alas; segunda parte
Derecho de
autor todos…
UrGeNcIA
URGENCIA
Monólogo del ruiseñor que canta,
Jeremías, Jeremías, regálame esta canción; Poesía, poesía luna, una paloma
blanca con un olivo en el pico; ¡Ay!, has que desciendan las aguas, para que
mis desnudos pies toquen la tierra de mis padres; supervivientes invictos, heme
aquí, ¿en donde está mi casa? Pregunto.
Habito las cuevas de mis antepasados,
las barriadas modernas y solo amo de ellas los niños, los tejados, la lluvia;
Lo demás, escombro, niños descalabrados, mujeres siliconadas.
Jeremías, Jeremías, luna roja,
hecatombes perdidas, agujeros negros y mi perro degustando su hueso.
Monólogo de un ruiseñor que canta
surgiendo entre la noche, vencedor del tiempo negro, tristes, grises edificios,
una mujer sola, un tiempo hecho trizas, la lluvia perenne.
Monólogo de un ruiseñor que canta;
ciudad sin relleno sanitario, buitres sobrevolando a solas o en bandadas;
Jeremías, Jeremías regálame ésta canción, poesía, poesía luna, no puedo vivir
sin ella, cuerpo en la lluvia y una paloma blanca con un olivo en el pico;
¡Ay!, has que mis desnudos pies encuentren la tierra de mis padres; Poesía,
poesía luna y un ruiseñor que canta a solas, Jeremías, Jeremías.
UNO
El
tiempo arranca de un Girón las formas de los hombres; a todo vuelve escombros y
como en un suspiro el ciclo de la vida vuelve a renacer.
DOS
La
virgen de la aurora, irrupción de la noche, luz solar que no enceguece.
TRES
Feroz
como un guerrero, invencible como una mano que deletrea sobre el espacio,
frágil como un cuerpo que tambalea.
CUATRO
¡OH
amigo!, ¡Amiga!, ya no hay fe, no hay sabiduría; es obvio, la Tv. mueve
montañas, montañas de imágenes... y la fe es otra cosa, es conocimiento, es
también pensar, es escuchar, es revelación.
Beatriz Elena Morales Estrada
Extraìdo de mi obrita Silencio de Alas segunda parte.
derechos reservados todos
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