FUTURIDAD
En este sol del medio día; mi voz óyela,
¡no la desoigas!; aunque provenga del desierto y parezca tan solo humo que
viene de la tierra, porque con la puerta entreabierta, casi como un ojo que
mira a hurtadillas, asecha la boca del lobo. Pero quizá en este medio día, para
aquel que en la distancia vela, mi voz alcance.
Inhóspito es el mundo, el gran
urdidor de la mentira, para aquel que ha descifrado el código de la tierra y
liberado sus alas del asedio; para él, tienen un límite y una venganza secreta
los corroe. Pero tú tienes mi voz que en espera está, mi voz que se te allega
como esperanza en la futura batalla. Para ti mi voz es; no la desoigas, màs
esta vez no será cortada la lengua de aquel que grita en medio del árido
ajetreo.
Por eso mi voz óyela, no la desoigas,
esté atento tu corazón, bajo este tibio tintineo, atento sobre este sobrepeso
de la especie; mi voz óyela, no la desoigas, aunque parezca rumor de
campanillas; bajo de ella se doblará la mezquindad y perecerá la plaga y el
comején, mi voz óyela, no la desoigas. Y desecha, deshazte del engañoso sol del
medio día, ilusión es; màs no temas, mi voz es su voz, la esperanza trae y el
tiempo en sus manos está.
Visitas inoportunas e indeseadas
tendrás, màs sólo un nombre pronunciarás.
Beatriz Elena Morales Estrada
Extraìda de mi obrita Sielncio De Alas; segunda parte
Derechos de autor registrados en la unidad administrativa de
Reservados todos los derechos
No hay comentarios:
Publicar un comentario