El desierto
Esperemos pues que se ponga de nuevo el sol en el oriente y
que este decaiga en occidente; esperemos
que el rio sucio, que recorre día a día el desierto de los israelitas se
purifique de nuevo, entonces una osa nueva aparecerá en el firmamento. He aquí
que yo vengo a vosotros, cuidad también que las ovejas de mi reino no se
aparten de sus caminos, porque la yerba buena el comején se la quiere comer. Y
el remanente debe permanecer firme sobre las aguas porque sobrevendrán días,
sobre días y letargos grandes habrán de caer sobre vosotros. Y el tiempo loco
estará haciendo cambios intensos, cambiaran las cosas que se ven arriba y el
firmamento ya no será, no podrá ser el mismo que era antes, amén.
Beatriz Elena morales Estrada
Extraìda de mi obrita Silencio De Alas; segunda parte
Derechos de autor todos...
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