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jueves, 24 de octubre de 2013

JESUS



                                                                JESUS

 

La casa de Bernardina              
  Yo recuerdo también una ocasión, hace ya algunos años; bien sea por las oraciones de los justos, yo no sé; pero en uno de esos ataques tremendos, tuve una visión,  justo a la entrada de la casa de Bernardina el paisaje se trasformó  y vi, vi cientos de personas,  muchas, muchísimas todas vestidas de blanco y mirando hacia el cielo y cantando alabanzas, eso fue algo muy satisfactorio para mi pero más que satisfactorio…  Es que no se como explicarlo... Miren cuando he escuchado cantos de alabanza a Dios y eso me ha sucedido mucho en el pasado  y casi siempre durante esos ataque diabólicos,  eso es algo que es como si saliera de  adentro o sea,  yo vi esas personas todas con vestiduras blancas  mirando al cielo y entonando cantos pero al mismo tiempo es como si emanara  de lo mas  profundo  de mi ser y les aseguro que por más angelical  que sea la voz de un persona que cante;  eso no se iguala, no tiene igual porque son a su vez vibraciones del alma…
 Sí ¡Ay! Es   un gozo un gozar  perpetuo, aunque dura muy poco a mi me parece por lo que externamente algo sucede para que el alma salga de semejante contemplación, ¡Quien como Dios!
No tengo palabras, pero si los he escuchado como también he escuchado  coros angelicales y yo misma me he visto, sentido, escuchado  cantando.  En el mundo de la materia soy muy destemplada,  pero en el mundo del espirito  eso, eso  es muy hermosoooo, completamente vivencial y se sincronizan tanto esas  otras voces con la de uno…  Hay miren estas vivencias me las ha regalado  el señor para que las cuente  y muchos se conviertan  créanme yo no me invente estas cosas  son verdad  y eso no quiere  decir que yo sea un ser perfecto,  para nada, para nada incluso no he sido muy rezandera  que digamos, pero lo que si ha permanecido en mi siempre, siempre,  ha sido la adoración y la contemplación  a Dios con todo lo que tengo dentro de mi,  pero además,   más que huesos y carne… ¡Ay! es tan difícil de  explicar es el  alma amando, el  alma  en adoración perpetua a un Dios que se lo merece todo,  todo porque es suma bondad. 
Y  también un día, una noche,  en esas soledades mías,  vivía  solo  acompañada por mis dos gatitas y mi fiel perro. Y nadie sabia de mis padecimientos, esto apenas ahora lo estoy dando a  conocer.  Sentí yo,  estando volteada para el rincón así junto a la pared que el señor llegó y yo estaba profundamente dormida y él insistía en despertarme para que le permitiera pasar al otro lado y al a otro lado estaba un lavadero en donde se veía correr agua limpia de una llave abierta mas yo no le permitía pasar porque no me quería despertar,  pero él  insistía y estaba acompañado  de dos hombres   a cada uno de sus lados,  y sus vestiduras eran blancas y él  me tocaba el costado insistiendo,  y recuerdo que le dije; ¡ay!   Este señor si molesta…. Lo recuerdo muy bien. Sí.   En otra ocasión no lo vi,  ni lo sentí  sino que soñé con él,  aunque también era una de sus manifestaciones;  estaba sentado en un acera muy pensativo vestido con su túnica blanca  y una frazada roja encima,  atravesada  en forma de manto  mirando  a unos chiquillos jugar.
 Y  en otra ocasión muy enfadado se me presento en visiones, lo vi diciéndome que dijera al mundo que no era  él quien  tenía que hacerse  a imagen y semejanza nuestra sino nosotros  hacernos a imagen y semejanza de él.  Esto supongo,  esta referido a esas personas o instituciones que acomodan las cosas a su modo o manera y no a la de Dios. ¿Olvidaron que siendo Dios el Dios del universo entero y dueño de todo fue un hombre humilde?

Como lo cuento asi sucediò.


Beatriz Elena Morales Estrada

 Registrada y reseñada en la unidad administrativa de mi país

 Colombia © Copyright

        

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